"Cada vez que escribo el nombre de Bin Laden, hay mil nuevas visitas. Bin Laden. Bin Laden. Bin Ladeeeeeen"

Juanjo Moro, otro Bin Laden

miércoles, 4 de mayo de 2011

El minuto 111

Corría el minuto 111...
Después de dos finales perdidas, toda las las esperanzas barcelonistas estaban puestas en esa final del 20 de mayo del 1992, contra la Sampdoria. El once inicial pasó a la historia. Zubizarreta, Juan Carlos, Ferrer, Nando, Eusebio, Bakero, Guardiola, Laudrup, Julio Salinas, Stoichkov ..... y Ronald Koeman, que se había propuesto ser el primer gran héroe del barcelonismo.

Corría el minuto 111...
Todos sabíamos lo difícil que había sido llegar a esa final. Un cabezazo de Bakero in extremis, en la vuelta de la semifinal contra el Kaiserlautern (3-1), hacía valer el resultado de la ida (2-0), y daba acceso a jugar la final en Wembley. Por todo lo que se había sufrido, y por las palabras de Cruyff antes de esa final: "Salid a disfrutar", el Barça lo dio todo, pero los primeros noventa minutos terminaban con empate a cero.

Corría el minuto 111....
Y una falta estúpida de la defensa italiana sobre Eusebio a pocos metros del área de la portería que defendía el grandísimo Pagliuca, alimentó la ilusión barcelonista, que veía como la tanda de penaltys se iba acercando.
Libre indirecto. Y aquí cambiaría la historia.

Corría el minuto 111, el minuto mas glorioso hasta la fecha para todos nosotros. La barrera de la Sampdoria no se colocó del todo bien y una mágica combinación tuvo lugar. Stoichkov toca para Bakero, este la deja muerta para Koeman, trallazo del holandés y...... gol. 
Pero no un gol sin mas, era el gol que nos daba la primera Copa de Europa. Era un gol que levantaba a Cataluña entera y todos los rincones azulgrana del mundo. Era el gol que cambiaba la historia y escribía un capítulo histórico en que se dejaba de ser el equipo segundón, para convertirse en el rey de Europa.
Era el premio a casi cien años de historia y a esas dos finales perdidas en Berna y en Sevilla. Pero Londres, y concretamente Wembley, eran nuestros.

Esta vez, la suerte si se puso de cara, y aquel defensa holandés que tan bien tiraba las faltas, se convirtió en una leyenda, una leyenda que jamás olvidaremos, y el destino ha querido, que la que puede ser la cuarta Copa de Europa, se juegue otra vez en ese mítico estadio, que aunque remodelado, sigue siendo Wembley: el escenario del minuto 111.


2 comentarios:

  1. :D
    Baaaarça a Wembley!! vamos que nos vamosss!!!

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  2. Gran laura grannnnnnnnn
    Hasta por primera vez he escrito en serio y todo

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