Aunque os suene extraño, hoy no me voy a meter con nadie, pues este es mi blog, y como es mi blog, escribo lo que me sale del nabo. Y mira, hoy me he despertado con energía y pensando "¿por qué no puedo ser actor porno, o astronauta, o mejor aún: crítico de cine no remunerado?".Y aquí estoy. Todo esto coincide con la cantidad de películas que estoy viendo últimamente, las cuales, no me han llamado en exceso la atención, excepto una: "Tensión sexual no resuelta" (2010), de Miguel Ángel Lamata.
Bien es sabido por todos mis cercanos, mi amor al cine patrio. El cine español, para el paleto que no lo sepa, no tiene por que relacionarse con "Torrente" o las de Paco Martinez Soria o alguna de Pajares y Esteso.
El cine español, mal os pese a algunos, ha dejado verdaderas joyas como "La colmena", "Todo sobre mi madre", "Tesis" o "Los otros", por poner unos ejemplos de estilos variados. Aunque seamos realistas, se decanta más por la comedia, si.
Y en estos tiempos, en los que nos tienen que meter con calzador al soplapollas (y pésimo actor) Mario Casas, chistes verdes y sexo a mansalva, pues se agradecen las comedias diferentes. Y "Tensión sexual no resuelta", pese a contar con esto último (por suerte sin Mario Casas) me ha sorprendido gratamente.
El reparto está formado principalmente por Juanjo (Fele Martinez), Celeste (Salomé Jimenez) y Jazz (Norma Ruiz), y exceptuando esta última, que está enorme, los otros dos tienen una interpretación bastante normalita.Se utilizan como reclamo las señoritas Pilar Rubio, en el papel de Lucía, y Rebeca, perdón, Carmen, interpretada por Amaia Salamanca. Pero no es mas que eso, reclamo publicitario, porque aparte de calentar al personal en algún que otro momento, no hacen apenas nada más. Nardo, interpretado por el siempre forzado y pésimo Miguel Ángel Muñoz (aquí tampoco va a ser una excepción) da el toque bestia a la película, junto a los geniales Federico (Samuel Miró), Edu (Joaquín Reyes) y al sin duda, mejor de la película: Nico, interpretado por Adam Jeziersky (si, si, el niño repelente y malote de Física o Química).
La historia, así por encima, trata de que Juanjo, profesor de universidad, acaba de ser dejado por su novia Celeste unos días antes de su boda, sin ningún tipo de explicación.
Este recurre a Nico, un alumno suyo jeta que se dedica a trapichear con todo, el cual descubre que Celeste está persuadida por Jazz, escritora manipuladora que la corrompe.
Cada uno tiene sus armas. Nico tiene a Fede, violento portero de discoteca, y Pedro (cameo de Santiago Segura, ojo), hacker. Jazz recurre a Edu, que es un actor bastante penoso (momento enorme su interpretación de Romeo y Julieta 3000) para que se haga pasar por lo que ella le mande.El juego de voluntades entre Nico y Jazz van a tener daños colaterales para Juanjo y Celeste, y aquí es cuando aparecen Carmen y Nardo. Sólo una persona sabe el secreto y como se va a desarrollar la historia, Lucía, que hace de narradora.
Un reparto que llama la atención, aunque la mayoría esten bastante desaprovechados, entonces... ¿vale la pena esta película realmente?
La respuesta es si. Utiliza en exceso los tópicos de siempre, amor, desamor y sexo, mucho sexo, pero ojo, con una historia que sucede de manera elegante, y lenta pero que engancha, con varios giros de la trama, con un humor nada vulgar (salvo cuando sale el inútil de Miguel Ángel Muñoz) y con un final nada previsible.
La guerra entre Nico y Jazz es tremenda. Pues ambos actores interpretan el papel de malotes de una manera soberbia (ya nunca me meteré con este chaval), y haciendo de celestina y anti-celestina consiguen lo que los protagonistas no pueden: meterte de lleno en la película.
Por cierto, todas las actrices están buenísimas, lo que los amantes de Amaia y Pilar, descubrirán si aún no conocían a Norma y a Salomé (esta última se tira follando casi toda la película)
Conclusión: (a) típica película española, muy entretenida, con buenos giros de trama y humor mas que elaborado, recomendada para todo el mundo. Le pongo un 8/10
